Estos años he estado dedicado a construir este mundo; quizá mi mundo propio, que carga también con mis aprehensiones e inseguridades; que traslada la brutalidad del exterior hacia esta pequeño lugar aislado que he estado creando y se distancia a lo insoportable que se ha vuelto la experiencia real del mundo. Aunque igual me gusta pensarlo como un híbrido distopicamente utópico, porque existe a partir del pesimismo distópico del mundo real pero trata de mantenerse utópicamente optimista, como una imaginación sobre otro lugar posible
Felipe Sepúlveda, Santiago de Chile.
Junio del 2024