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(๐ก๐ ๐ฅ๐ง๐๐ข๐๐ง๐ ๐กรญ๐ฃ๐๐ ๐๐ ๐๐ญ๐ฅ๐ช๐ก๐จ๐รณ๐ฃ ๐๐ ๐ก๐ ๐๐ค๐ข๐ช๐ฃ๐๐๐๐ ๐๐๐ฝ๐๐+ ๐๐จ ๐ก๐ ๐๐๐จ๐ ๐๐๐ข๐๐ก๐๐๐ง.)
Bajo el estallido embriagador de la fantasรญa y el sonido ensordecedor de los bajos Las Raras encontramos un lugar de pertenencia, sedimentamos contracultura ideando mitologรญas y practicando nuestros propios rituales. La fiesta habilita nuestras existencias a travรฉs del disfrute, desatamos sensualidad mรกs allรก de la moralidad de la buena costumbre.
De hecho, nos cagamos en la buena costumbre y la modestia, construรญmos una familia monstruosa y estridente funcional a sus integrantes y no al cis-tema.
๐๐ฎ ๐ฑ๐๐ฟ๐ฒ๐๐ฎ ๐ฐ๐ผ๐ป๐๐ฒ๐ป๐ถ๐ฒ๐ป๐ฑ๐ผ ๐น๐ฎ ๐บรก๐ ๐๐ถ๐ฒ๐ฟ๐ป๐ฎ ๐๐๐ฎ๐๐ถ๐ฑ๐ฎ๐ฑ.
Ahora, en el brillo enceguecedor del sol Las Raras nos juntamos alrededor de una mesa de vidrio a continuar nuestros intercambios histriรณnicos hasta agotar las sustancias que nos alienan un poco de la hostilidad que nos rodea. Y, si con el correr de los dรญas, la angustia post-fiesta nos ataรฑe sabremos acompaรฑarnos y cuidarnos en nuestra vulnerabilidad en el nรบcleo de nuestra familia elegida hasta la prรณxima vez que el รฉxtasis nos convoque.
Y aunque no nos quieran seguiremos siendo escandalosas ocupando todos los lugares que queramos porque Las Raras no sabemos de miedo.
(๐๐๐ ๐๐๐ง๐จ๐ฉ ๐ก๐๐ฃ๐ ๐ค๐ ๐๐ญ๐ฅ๐ช๐ก๐จ๐๐ค๐ฃ ๐๐ง๐ค๐ข ๐ฉ๐๐ ๐ก๐๐๐ฉ๐ฆ+ ๐๐ค๐ข๐ข๐ช๐ฃ๐๐ฉ๐ฎ ๐๐จ ๐ฉ๐๐ ๐๐๐ข๐๐ก๐ฎ ๐๐ค๐ข๐.)
Under the intoxicating burst of fantasy and the deafening sound of the bass Las Raras (The Rare Ones) find a place of belonging, we sediment counterculture, devising mythologies, and practicing our own rituals. The party enables our existence through enjoyment, we unleash sensuality beyond the morality of good manners.
In fact, we shit on good manners and modesty, we built a monstrous and strident family functional to its members and not to the cis-tem.
๐ง๐ต๐ฒ ๐ต๐ฎ๐ฟ๐ฑ๐ป๐ฒ๐๐ ๐ฐ๐ผ๐ป๐๐ฎ๐ถ๐ป๐ถ๐ป๐ด ๐๐ต๐ฒ ๐บ๐ผ๐๐ ๐๐ฒ๐ป๐ฑ๐ฒ๐ฟ ๐๐ผ๐ณ๐๐ป๐ฒ๐๐.
Now in the blinding brightness of the sun, Las Raras gather around a glass table to continue our histrionic exchanges until we deplete the substances that alienate us a little from the hostility that surrounds us. And, if as the days go by, the post-party anguish affects us, we will know how to accompany and take care of ourselves in our vulnerability within our chosen family until the next time ecstasy summons us.
And even if they don't want us, we will continue to be scandalous occupying all the spaces we want to because Las Raras don't know about fear.