Me topé nuevamente con esta realidad:
Lo bueno se entrelaza con su contraparte.
Y siento una pureza, una intensidad
Que a su vez me abruma y me eleva.
Todo existe en este estado de dualidad
Y este inmenso sentimiento no puede escapar.
Fui llamado a este sendero de alturas y precipicios,
Donde cada cima y cada abismo
Se destacan en sus contrastes.
En esta reflexión me detengo,
Humillado por la dualidad de mis emociones.
Me dejé llevar al éxtasis,
Y desde la cumbre del deleite,
Caí al abismo de la desdicha
Y tropecé en la profundidad.
Intoxicado por nuestra esencia,
Sobrio por su ausencia.
Busco ahora un equilibrio.
Calmar esta tormenta.
Templar mis emociones.
Comprender que las polaridades son inseparables.
Y si mis ramas quieren alcanzar el cielo,
Mis raíces deberán llegar hasta el infierno.